lunes, septiembre 24, 2007

LA FE ILUSTRADA


Estaba ardiendo una casa. Todos se habían salvado, excepto un niño, en el
segundo piso. La escalera estaba llena de llamas y humo y no había salida sino
por la ventana.
—¡Papá, papá! ¿Cómo escaparé? —gritaba el niño.
Aquí estoy –gritaba el padre—: déjate caer, te recibiré en mis brazos;
tírate, Carlitos, yo te recibiré.
Carlos salió a gatas por la ventana, pero allí quedó agarrado, porque tenía
miedo, sabiendo que era muy largo el trecho hasta la calle.
—Suéltate, déjate caer —gritaba el padre.
—No puedo verte, papá.
—Pero yo sí te veo: aquí estoy; ten confianza, suéltate, que yo te salvaré.
—Tengo miedo de caer.
—Suéltate, tírate —gritaban otras voces—, tu padre te recibirá con toda
seguridad; no tengas miedo.
Acordándose de la fuerza y del amor de su padre, el niño recobró la confianza
y se dejó caer. A los pocos instantes se halló salvo en los brazos de su padre.


La Palabra de Dios en Hebreos 11:1 (NVI)dice: Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
Cuando estamos en situaciones difíciles, es allí que necesitamos cerca a nuestro Padre, por que nos sentimos solos y con mucho temor, quisiéramos que él se hiciera real.
Pero si en esos momentos difíciles, aunque no lo veas, recuerdas las promesas de su Palabra, entonces recobraras fuerza, se irá el temor y lograras poner en acción tu FE, ten por seguro que te sentirás como en sus brazos y verás lo real que Dios puede ser para ti si los crees.

Tú fe siempre debe ir acompañada de la Palabra de Dios, de ese modo comprobaras que las promesas de nuestro Padre son reales, él te ama y jamás te dejará. ¿Y tú que harás?

Bendiciones.

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